Este año no quería que acabase sin desearos un Feliz 2021, a todos, a toda la humanidad. Porque el 2020 nos ha hecho aprender que todos somos uno, y que si tu eres feliz, yo soy feliz. Algo que me alegra en parte, pues la humanidad cada vez se estaba volviendo más individualista, pensando en la felicidad propia sin pensar en la de los demás, y esa felicidad no existe, es una falsa felicidad del aquí y ahora, que tiene los días contados, mientras no pensemos en los demás.
Detrás de un gran desastre, como esta siendo este año que acaba, suele haber un gran aprendizaje, y creo que por suerte, lo vamos a aprender, queramos o no. Con la llegada de las vacunas, los países con dinero, se darán cuenta, que o se vacuna a todo el mundo, incluido los países con menos recursos médicos o de dinero, o no valdrá para nada, porque además el virus podrá mutar, y la vacuna que tenemos no valdrá.
Pero eso es bueno, tenemos que darnos cuenta de que todos somos uno, y que si yo te hago feliz, tu me haces feliz.
Este año nos ha dado muchas lecciones, hemos aprendido que muchas cosas que nos parecían impensables, pueden ser posibles. Nos ha abierto nuestra mente, y estoy segura, que en cuanto pase esto, vamos a aprender a disfrutar aún más de todo lo que se nos ha privado.
Hemos aprendido también, en que no podemos controlar todo y ha dejar en manos de Dios, a lo que no alcanzamos. Yo he empezado a rezar el rosario y a leer el evangelio cada noche, para estar más cerca de los que no he podido, en los momentos que no he podido, con mi oración, con mi pensamiento.
Este año, finalizamos llorando, recordamos todo lo que hemos perdido, seres queridos, trabajo, contacto, cercanía u ocio, pero nuestro Señor nos recuerda con su nacimiento, que comienza un nuevo año, lleno de esperanzas e ilusión.
En labores, se refiere, un desastre, centrada prácticamente en hacer mascarillas para todo el mundo, para regalar, que sean cómodas y protejan. Para intentar ayudar de este modo a hacer la vida de los que me rodean algo más cómoda. Y para desconectar, un bonito y maravilloso Elizabeth Bradley. Además de pintar en porcelana, que me apasiona, esta vez espero que el 2021 me deje muchos más ratos para seguir disfrutando de mis hobbies.
En mi caso se me han juntado muchas circunstancias que no me han permitido estar en contacto con vosotros, y os he echado de menos, mucho, deseo que el 2021, nos vuelva a juntar, aunque sea virtualmente y que podamos seguir compartiendo momentos tan especiales como hemos pasado juntos.
Os deseo fortaleza, esperanza y amor.
Elisa