Manos de tejedora o costurera, me encantan los dedos y las manos de una tejedora o costurera. Cosiendo se desarrollan ciertos músculos de las manos que habitualmente no se usan, por lo que éstos ganan en tono. La consecuencia son unas manos con dedos más precisos y fuertes, para realizar cualquier tipo de tarea, incluido teclear un ordenador.
Visualmente son manos que resultan estilizadas pero a la vez fuertes.
Se necesita tener resistencia, flexibilidad, destreza y tono muscular en la mano y muñeca para tejer, por lo que si vas a comenzar a tejer, empieza poco a poco aumentando el tiempo y procura ejercitar tus manos para tenerlas fuertes. Al principio puede que te duelan algo o incluso que llegues a tener agujetas.
Tejer ayuda a tener unas manos bonitas.
Me encanta ir a alguna mercería o tienda de patchwork y fijarme en las manos de las personas que suele haber allí, ¡me resultan tan bonitas!.
Lo mismo que las manos de una tejedora, suelen ser manos bonitas y cuidadas, pues se ejercitan numerosos músculos, que con el paso del tiempo se mantienen en forma. Pues mientras se teje, se tensan y se destensan los grupos musculares, lo que favorece también su relajación.
Una ayuda importante e imprescindible con el paso del tiempo para mantener estas manos bonitas es el uso de cremas anti-edad e hidratantes, pues uno de los primeros sitios donde se empieza a notar la edad.
Os recomiendo usar crema a diario, y preferiblemente por la noche, que es el momento donde más eficaz resulta. Mi preferida, la que más me gusta es la famosa crema de La Mer, es fácil de echar, se desliza con suavidad y en pocos segundos tus manos quedan secas y nada pringosas. No como otras que quedan pringosas por mucho tiempo, y la verdad yo esa sensación no la soporto.
También ayuda a eliminar las manchas marrones que salen con la edad y que hacen que nuestras manos parezcan aún mayores.
Así que si quieres tener unas manos bonitas, ya sabes, anímate a tejer en tus ratos libres.