El olor a limpio me encanta, a las sábanas blancas recién lavadas y tendidas en al sol, sujetas con pinzas en el campo. Recuerdos de pequeña, en forma de olores, que quedaron grabados en mi memoria.
Ese olor a limpio es como un imán para mi, como el olor a libro nuevo, era lo primero que hacía cuando empezaba el colegio, abrir los libros y olerlos.
Y lo difícil que resulta encontrar ese olor a limpio, pues el otro día encontré algo muy similar, que me hizo realmente feliz y que quiero compartir con vosotras.
En mi tienda habitual de jabones y perfume, Jo Malone, una casa londinense, que alguna vez ya os he hablado de ella, y donde puedes hacerte un perfume personalizado mezclando fragancias.
Allí estaba, en una estantería, de repente, lo encontré, el olor a limpio, y tenías dos, uno con una pizca de olor a lavanda y otro algo más cítrico.
Nada más llegar a casa inundé el vestidos y el armario de sábanas y toallas con ese olor. Me encanta, y os lo quería recomendar. Ya sabéis que me gusta recomendaros cosas, y descubrimientos.
Por fin tengo el olor a limpio de nuevo en mi casa.
Happy quilting!!!
Una curiosidad de psicóloga, los olores guardados en nuestro cerebro, están directamente contactados con las estructuras de las emociones. Por lo que un olor puede producirnos asco o calma. También los recuerdos son mejores y mayores asociados a un olor, así que si quieres que se acuerden de ti, no te olvides de echarte perfume.