Bordar es una de las cosas que más me gustan junto con el Patchwork. Porque es tremendamente divertido y nada monótono, tiene infinidad de puntos diferentes para aprender y con unos resultados muy vistosos.
Siempre había bordado con hilo de DMC, que quedan trabajos perfectos, de gran colorido y satinados a la vista.
Pero como me encantan las texturas, esta vez cambie al hilo de Lana, algo más grueso, con pelito y más rústico.
El resultado es un bordado con cuerpo para disfrutar tocándolo, y visualmente consigue que dar un efecto de volumen donde los objetos parecen tomar vida, parecen estar aquí y ahora contigo, para que te recrees con su presencia.
Yo he elegido estas bobinas de hilo de Nadeira que me han resultado fáciles de trabajar sin enredarse a pesar de usar largas hebras.
Además como indica se puede lavar hasta 45 grados y planchar en un punto. Y es un hilo indicado para bordar.
Recomendaría bordar con el paisajes, animales, fruta, pelo de los muñecos y todo aquello que queramos realzar.
Yo ya me he hecho con 8 colores y en cuanto puedo me hago con más, este año pienso ir a creativa, quizá allí encuentre alguno.
Una vez acabada la labor y planchada queda aún mucho mejor.
Happy quilting!!!