Fliselina y otros de aplicación para patchwork
Aquí ando, esta tarde de lluvia, con aplicaciones para ir montando mi segundo bloque de este pueblo japonés del mystery de Yoko Saito.
Lo mío con este pueblo es algo místico, me transmite una relajación y paz interior, que no sabría describir, es como si estuviese diseñando el pueblo de mis sueños, en el que me gustaría vivir, pienso en cada casa y en cómo decorarla para que no me guste, me encante.
Además al tener yo este toque atrevido que me sale a veces, en el que me encanta arriesgar, me atrevo a meter telas que no deberían de ir, y entonces es cuando me entra el ansia por verlo todo montado para ver si queda bien, que por suerte, me acaba encantando en la mayoría de los casos. Me meto tanto en el trabajo que hasta me apetece cenar japonés jeje. Cómo me divierte el patchwork!!!
Pero os quería hablar de las fliselinas para aplicación, y esta entrada va de lo que NO LEEMOS. La otra tarde no sé por qué me dio por fijarme en unas letras y número que vienen en un borde de la fliselina, y cuál es mi sorpresa, pues que descubro que pone a qué temperatura se ha de planchar (dos puntitos) y el tiempo de planchado (8 segundos). Algo que me parece muy útil porque suelo plancharla con tres puntitos y casi hasta que la fliselina coge un ligero color tostado. Bueno, pues he descubierto que no hace falta llegar a tanto.
Ando planchando, sin mover la plancha y 1, 2, 3, 4 , 5, 6, 7, 8, (a veces hasta 9 por si acaso, cosas mías) levanto y pegado perfectamente.
¿Alguien lo había leído?
Así que a partir de ahora happy happy quilting!!!
Y a cenar algo de japonés que me ha entrado mono.