Cuidar la lana, es fundamental si queremos que permanezca como nueva con el paso de los años. Una vez lavada la lana es importante tenderla en horizontal intentando dejarla con la forma final que debe adoptar. Hay que tener mucho cuidado de que ninguna parte cuelgue, pues podría deformarse y una vez seca, la pieza podría tener algún pico no deseado. Nosotros usamos un tendedero con las alas plegadas hacia dentro, con el fin de que se forme una cuadrícula que evite que la prenda por el peso del agua se resbale. Primero, ponemos una toalla debajo para que empape la mayoría del agua y después, pasamos a quitarla. Con este método también conseguimos que se aireé por ambos lados y así se seque antes. Como puedes darte cuenta, para nosotros cuidar la lana es parte de la labor. En invierno es bueno ponerlo cerca de una fuente de calor para disminuir el tiempo de secado. Mientras que en verano es sencillo debido a las altas temperaturas y la poca humedad que hay en el ambiente. Es importante no dejar mucho tiempo la lavar mojada, pues puede coger olores y el temido moho, que una vez que aparece no es fácil de eliminar. Recuerda que aprender a cuidar la lana es importante de cara a mantener estos lujosos tejidos, que son tan cale ritos en invierno.
Recomendamos aprovechar el buen tiempo de verano para poner a punto nuestra ropa más querida. Y así dejarla preparada para de nuevo el invierno y comenzar la nueva temporada lista para ser usada. Cuidar la lana en verano es más fácil.
Nosotros preferimos lavar la prenda una vez que está acabada del todo y cosidas las costuras, excepto en el caso de bragas donde la última costura la realizamos una vez lavada y seca.
¿Viste que bien tendida quedó la labor en la foto? Merece la pena dedicar tiempo a asegurarnos de que queda bien tendida, nos ahorrará mucho tiempo a la hora de planchar.